domingo, 15 de mayo de 2011

Y aquí...

Yo nunca voy a tener una oportunidad con vos.
No podré tocar el cielo de tus párpados cerrados,
ni rondar como fantasma persecuta
los laberintos insondables de tu mente.
No podré ahogarme en las pelusas de tu ombligo,
ni jugar a esconderme entre tus dientes,
ni podré ser leída en tus manos
por una pitonisa embustera.

Yo lo sé: no voy a tener una oportunidad con vos.
El punto de fuga en tus pupilas de vidrio
no va a ser nunca mi imagen ni mi voz,
ni el calor que brota de tus dedos como un suspiro
va a ser para abrigar mis ensueños
o ayudarme a volar hasta tus hombros.

Yo lo sé, que nunca voy a ser tu musa,
y que nunca en el aire que exhales
va a haber un rastro de mí impregnado,
que con tu voz no cuento para rezar por mí,
y que en tus brazos no están atadas
las invisibles cuerdas
con que el amor nos acomoda, cruel,
en la pena y el ansia.

Yo sé que nunca voy a tener una oportunidad con vos,
y aquí, cuento los besos que llueven del alma,
y los guardo para tu boca;
y aquí, enumero las mil y un formas en que no te tendré:
ni conmigo, ni en mí, ni hoy, ni mañana,
ni en las tiernas formas de los peces,
ni en las voces perfumadas de la noche,
ni en las manos en las que anidan
las sirenas que te arrastran a perder la razón.
aquí, como tantas, tantas otras veces,
como si nevaran milagros sólo para mí,
aquí, te escribo de nuevo.

            [JJ]

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